Tarjetas revolving: cuando una deuda pequeña se convierte en interminable
En los últimos años, los tribunales han puesto el foco en un producto financiero tan extendido como complejo: las tarjetas revolving. Miles de consumidores han descubierto que, tras años pagando cuotas mensuales, su deuda apenas se reduce o incluso aumenta. Detrás de esta situación están los intereses desproporcionados y la falta de transparencia con la que muchas entidades han comercializado este tipo de crédito.
¿QUÉ ES REALMENTE UNA TARJETA REVOLVING?
A simple vista, una tarjeta revolving funciona como una tarjeta de crédito normal: permite aplazar los pagos y devolverlos poco a poco.
La diferencia es cómo se calcula y renueva la deuda. En lugar de pagar a final de mes lo gastado, el consumidor abona una cuota mensual fija o un pequeño porcentaje del saldo pendiente.
El problema es que lo que no se paga con esa cuota sigue generando intereses, y esos intereses se suman al capital para el mes siguiente. Es decir, se pagan intereses sobre intereses —el llamado interés compuesto—, de modo que la deuda crece, aunque se siga pagando.
En la práctica, el consumidor queda atrapado en un círculo del que resulta casi imposible salir. La jurisprudencia lo ha descrito con acierto: el “deudor cautivo”.
¿POR QUÉ SON ABUSIVAS O NULAS ESTAS TARJETAS?
Existen dos grandes motivos por los que los tribunales están declarando la nulidad de los contratos de tarjetas revolving:
- Nulidad por usura
La Ley de 23 de julio de 1908, conocida como Ley Azcárate, establece que será nulo todo préstamo con un interés notablemente superior al normal del dinero y manifiestamente desproporcionado.
El Tribunal Supremo ha fijado un criterio objetivo para identificar cuándo existe usura:
“Se considera usurario el contrato cuyo interés supera en más de seis puntos porcentuales el tipo medio de interés de las tarjetas de crédito publicado por el Banco de España.”
Dado que muchas revolving aplican TAE del 20 % o incluso del 30 %, superando con creces esa media, los tribunales las están declarando nulas por usura y condenando a las entidades a devolver los intereses cobrados en exceso.
- Nulidad por falta de transparencia
En otros casos, aunque el interés no sea tan desproporcionado, los contratos se declaran nulos porque el consumidor no fue correctamente informado.
Las entidades financieras solían destacar la “comodidad” de pagar cuotas pequeñas, pero no explicaban las consecuencias reales: que gran parte de la cuota se destina a intereses, que apenas se amortiza capital y que la deuda puede prolongarse durante años.
El Tribunal Supremo —en sus sentencias 154/2025 y 155/2025, de 30 de enero— ha reforzado este criterio:
“Para que exista transparencia, el cliente debe haber recibido con antelación suficiente toda la información necesaria para comprender el producto, comparar distintas ofertas y valorar sus consecuencias económicas.”
Si el banco no explicó de forma clara el funcionamiento revolving, el contrato puede ser nulo por falta de transparencia.
¿QUÉ PUEDES RECLAMAR SI TIENES UNA TARJETA REVOLVING?
Si sospechas que tu tarjeta es revolving —porque llevas años pagando y la deuda no baja—, puedes revisar las condiciones y reclamar.
Existen dos situaciones principales:
- Si ya has pagado más de lo que te prestaron, puedes reclamar la nulidad del contrato y exigir que te devuelvan todo lo pagado de más (intereses, comisiones y seguros).
- Si todavía no has devuelto el capital prestado, puedes reclamar la nulidad y limitarte a abonar únicamente la cantidad efectivamente recibida, sin intereses abusivos ni recargos.
En ambos casos, la consecuencia es la misma: el contrato se considera inexistente, y el consumidor solo debe devolver el dinero que realmente utilizó, sin intereses.
CONCLUSIÓN
Las tarjetas revolving se presentaron como una forma cómoda de financiar gastos cotidianos, pero en realidad escondían un sistema que perpetúa la deuda y encarece el crédito hasta límites desproporcionados. Lo que parecía una facilidad de pago terminó convirtiéndose, en muchos casos, en un compromiso económico indefinido y difícil de asumir.
El éxito de estas reclamaciones no responde a una moda pasajera, sino a una realidad jurídica consolidada. Los tribunales han establecido criterios claros y uniformes para valorar este tipo de contratos, ofreciendo seguridad jurídica a los consumidores y permitiendo que quienes pagaron indebidamente puedan recuperar con éxito las cantidades correspondientes.
Si tienes o has tenido una tarjeta de este tipo, conviene revisar sus condiciones. Nuestro equipo puede analizar tu contrato, calcular lo que podrías recuperar y explicarte, sin ningún compromiso, los pasos a seguir.
Pon tu caso en nuestras manos: puede haber miles de euros a tu favor. Recuperar lo que te corresponde es un derecho, y estamos aquí para ayudarte a hacerlo con total seguridad y profesionalidad.




